Mi aprendizaje, mi camino.

Cada camino es diferente, valóralo y ama cada parte del proceso por más difícil que sea.

Creo que por enésima vez me presentaré ante un público invisible, mucho gusto a todos los que llegaron aquí mi nombre es Libnny Yaber, lo digo así porque ya perdí la cuenta de cuantas veces me ha tocado empezar desde cero, cuantas veces he creído que estoy en la cima del mundo y de repente todo se cae, son lecciones lo sé pero el principal compañero de estos caminos que he recorrido ha sido la “expectativa” que es ese plano imaginario donde aveces nos metemos a vivir y se nos va olvidando poco a poco que de la realidad por eso cuando vuelves a ella el golpe es doloroso.

Pero ojo no me que estoy quejando de nada de lo que he vivido, si no me hubiera ocurrido no sería quien soy en día, no me amara como me amo ahora y ni me aceptara completamente.

La foto que acompaña esta entrada cuenta la historia de una joven soñadora que solo conocía un amor y no era el propio, en ese momento pasaba por uno de los momentos más raros pero lleno de lecciones en mi vida.

Aquí yo era todo lo que siempre había querido ser: una buena estudiante, trabajadora, independiente económicamente, con buen cuerpo, linda cara, pero también era todo lo que nunca había querido ser: insegura, ansiosa, mentirosa, alcohólica, hipócrita y en un principio puse de culpable a mi reciente última relación porque fue un desastre la verdad, pero realmente la culpa era mía porque había dejado en manos de otras personas mis propias responsabilidades, el sentirme bonita, el pensar que soy suficiente, entre otras cosas, eso se lo dejé a la opinión personal de las personas.

En ese tiempo conocí a un chico, muy lindo por cierto, que de repente hacía todo lo que yo siempre había querido que hicieran conmigo: leía mis artículos, se preocupaba por mi, las charlas era geniales o bueno eso era lo que en un principio veía en el, pero había un factor interesante y es que él tampoco se creía lo suficiente para él mismo por lo consiguiente para alguien más y su modo de defensa para la persona que se acercara demasiado era empezar a jugar juegos como el del calamar para herir y que no lo hirieran a el, que a la final son patrañas porque también se hería el mismo. No solo somos las mujeres las que nos acomplejamos, los hombres también lo hacen y me parecía triste verlo y escucharlo decir “Nadie me comprende a mi por eso nadie dura mucho tiempo cerca” pero ver eso me enseñaba cada vez más a mi de las cosas en las que fallaba conmigo misma y el trabajo tan duro que me esperaba, porque no es decir “Bueno hoy si me voy a querer”, es realmente empezar a hacerlo y empezar a cambiar para ti y por ti, no para el mundo que te rodea.

A ese chico solo le debo las gracias y le deseo que esté donde esté (Porque viaja mucho) se ame y aprenda amar.

A esa chica de esa foto solo le debo las gracias porque lo que pasamos de ese tiempo para acá ¡Wow! Qué fuerte eres.